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Pintura: Rodlfo Ramos |
Me han invitao a cantar
y si lo hacen pa probarme
no me han de ver achicarme
ni quiero hacerme rogar.
Tomo un trago pa entonar
y si en mis trece me planto
donde yo me juegue un tanto
vamos a ver quién me aguanta,
porque me sobra garganta
pa la ginebra y pa el canto.
Como el que un vicio despunta
si cantando me bandeo
al rigor no le arisqueo
aunque venga de hacha y punta.
No ha de asustarme una yunta
ni el más taura me sujeta,
y aunque me sobra carpeta
por causas que no detallo,
no me gusta hacerme el gallo
ni pasar por gallineta.
Sin seguir ninguna huella
vengo los campos cruzando,
a puro instinto rumbiando
sin que me oriente una estrella.
Un error no me hace meya
ni la mala ha de afligirme,
soy gaucho, parejo y firme,
y si salgo campo afuera
no ha de seguirme el que quiera
sinó el que pueda seguirme.
El hombre que tiene clase
no se achica ni se agacha,
ni debe mostrar la hilacha
cuando alguna vez fracase.
La hombría es puntal y es base
que jamás he descuidao,
esperando de parao
aunque mi vida peligre,
que el tigre, con ser muy tigre,
siempre espera agazapao.
Aunque ya la decadencia
la cola me va pisando,
como el zorro, voy juntando
vicios, mañas y experiencia.
Sin guarida ni querencia
en cualquier rincón me arrumbo,
y andando de tumbo en tumbo
nadie me gana de mano,
ni será al primer baquiano
que le hago perder el rumbo.
El que guste, hágase cargo,
y si una duda lo pincha
aprete juerte la cincha
por si el viaje es algo largo.
Que en el trance más amargo
me han de encontrar divertido,
y tengan por bien sabido
que no me afigen quebrantos
¡porque a mi me sobran tantos
pa echar esta falta envido!