20/7/14

La historia detrás de la canción "Luna cautiva"

La historia de la noche que terminó con el Chango en prisión luego de matar al “Toro mañero” está relatada en el libro de Federico Racca. Además, una columna sobre el tema "Luna cautiva".


historia de luna cautiva


La Gringa baja del auto, le cuenta al Negro López lo que había pasado; le dice que el Chango quiere verlo. El Negro se va a Córdoba, a la Tercera, en la Santa Rosa. Vuelve muy triste; al Chango lo tenían en un galponcito porque los calabozos estaban repletos; estaba engrilletado a una cama de hierro; sucio, demacrado”.

El relato pertenece al libro Chango, que Federico Racca editó con el sello Raíz de Dos. Y las palabras son de quien fuera el chofer de Rodríguez, primero en su Chevy dorado y por último en su Falcon Dos Veintiuno. El “Negro” de la historia es Gerardo López, la voz inconfundible de Los Fronterizos.

En el relato, la historia de la noche triste del Chango, que acabaría con él en prisión, comenzó en el corazón de barrio Alberdi, en una de esas tantas reuniones de puchero regadas con abundante vino. “Jugaban al truco, comían: empezaron a hablar de músicos, entonces una de las mujeres dijo: ‘Ustedes los autores se apoderan de piezas inéditas, populares, de gente que no tiene la posibilidad de inscribirlas’. El Chango se volvió loco, le contestó mal y, como buenos mamados, se desconocieron y los muchachos que estaban en la reunión se trenzaron con él a las trompadas y lo empujaron a la calle”. Y sigue: “El gran problema del Chango es que deja pasar la curda, va hasta su casa, busca la 45, vuelve a esa fiesta en que la pelea había sido una hora antes y le mete el cuetazo al Toro”.

La historia, contada en segunda persona porque fue reconstruida a través de relatos de aquellos testigos de época, entre realidades y cierta mitología, es una de las páginas del libro Chango, editado en mayo de 2010.

Poesía cautiva

Por José Playo

Durante muchos años, sin saberlo, del otro lado de la ventana de mi habitación veía la cárcel en la que había estado encerrado el Chango Rodríguez. Mi casa en Bella Vista quedaba a pocas cuadras de la ex- Cárcel de Encausados, donde el Chango estuvo detenido por la muerte de una persona a quien él mismo apodó “Toro mañero”.

Busqué información sobre el episodio, pero se trata de una causa enmohecida en vaya a saber qué archivo judicial. Del período del Chango tras esos ladrillos infernales nació una de las canciones más hermosas que ha navegado sobre las aguas de La Cañada: Luna cautiva.

Escuché esa canción miles de ­veces, extasiado por su poesía, sin tener la menor idea de lo que decía. Para mí alcanzaba que sonara lindo en la ducha. Más tarde me enteré.

“Tu amor es una estrella / con cuerdas de guitarra, / una luz que me alumbra en la oscuridad. Acércate a la reja / sos la dueña de mi alma, / sos mi luna cautiva, / que me besa y se va.

El amor es de la esposa del Chango, que, del otro lado del paredón que separa la cárcel de la calle, convierte a los barrotes en cuerdas de guitarra. Luna cautiva es la metáfora del encierro inverso, para el cantautor, es ella quien ­está atrapada en el marco de esa ventana, tirándole besos desde el sauzal.
La musa (Lidia Haydeé Margarita Bay) falleció el 3 de noviembre de 2008.

Su canción no morirá jamás.




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